Poesia encontrada en la casa de la cultura en Fraga pertenciente a autor desconocido
- Quizá el amor es simplemente esto:
- entregar una mano a otras dos manos,
- olfatear una dorada nuca
- y sentir que otro cuerpo nos responde en silencio.
- El grito y el dolor se pierden, dejan
- sólo las huellas de sus negros rebaños,
- y nada más nos queda este presente eterno
- de renovarse entre unos brazos
- Maquina la frente tortuosos caminos
- y el corazón con frecuencia se confunde,
- mientras las manos, en su sencillo oficio,
- torpes y humildes siempre aciertan.
- En medio de la noche alza su queja
- el desamado, y a las estrellas mezcla
- en su triste destino.
- Cuando exhausto baja los ojos, ve otros ojos
- que infantiles se miran en los suyos.
- Quizá el amor sea simplemente eso:
- el gesto de acercarse y olvidarse.
- Cada uno permanece siendo él mismo,
- pero hay dos cuerpos que se funden.
- Qué locura querer forzar un pecho
- o una boca sellada.
- Cerca del ofuscado, su caricia otro pecho exige,
- otros labios, su beso,
- su natural deleite otra criatura.
- De madrugada, junto al frío,
- el insomne contempla sus inusadas manos:
- piensa orgulloso que todo allí termina;
- por sus sienes las lágrimas resbalan...
- Y sin embargo, el amor quizá sea sólo esto:
- olvidarse del llanto, dar de beber con gozo
- a la boca que nos da, gozosa, su agua;
- resignarse a la paz inocente del tigre;
- dormirse junto a un cuerpo que se duerme.